A veces cuando camino y diviso a los lejos el destino, me convierto en lo que no soy. Muto a lo que seré.
Mis pensamientos vuelan, mis sueños sueñan, mi vida no me pertenece.
En un momento el pero asoma en mi ventana. Es el miedo a caer, a no ser capaz de escapar. El temor es mi desdicha, mi mayor preocupación.
Los momentos huyen de mis manos cuando éste aparece dejando huellas de inseguridad. Sin embargo, el valiente de hierro cae y se levanta.
El valiente de hierro enfrenta sus temores, encara a la vida y a su propio camino. Andando paso a paso busca el sentido del destino. El cual si es que camina conmigo, lo hallaré.
Si no es así, se hará al andar. Como lo hace el buen caminante.